lunes, 11 de abril de 2016

ESTRUCTURA COGNITIVA

Para el cognitivismo, el conocimiento en nuestra mente se ordena de modo sistemático conformando un esquema o estructura jerárquica donde existen conceptos altamente inclusivos bajo los cuales se subsumen sub conceptos menos inclusivos e información específica, al modo de como realizamos un mapa conceptual, instrumento propuesto para la enseñanza por este modelo.
Esto no significa que pueda un nuevo aprendizaje no formar parte de la estructura cognitiva, aunque sí de su mente. Esto sucede cuando esa información penetra en forma arbitraria, sin asociarse a las ideas previas o conocimientos existentes, o relacionándose con ellos mínimamente. Este aprendizaje no significativo durará poco en nuestra mente pues no está “atado” a nada, y pronto desaparecerá.
Cuando el aprendizaje es significativo ingresa a la memoria a largo plazo, pues los conceptos más inclusivos lo captarán y habrá relación entre ellos. Al estar la nueva información anclada en la estructura, será fácil recuperarla a posteriori. Es por ello que el docente debe comenzar sus clases explicando o haciendo investigar primero los conceptos de que se trate, luego se expondrán o buscarán si existen clases o tipos dentro del concepto, luego sus características; para terminar con la ejemplificación, siendo esta última inclusión conocida con el nombre de derivativa. Este modo de aprendizaje es el propuesto por Ausubel. Se trata de un proceso de diferenciación progresiva. En cambio Gagné propone un sentido inverso, que consiste en ir progresando desde las ideas menos inclusivas hacia las más inclusivas (aprendizaje supra ordinado). En este caso se trata de reconciliación integradora.
Se llama aprendizaje supra ordinado, a aquel que se relaciona con la estructura cognitiva, abarcando varios conceptos previamente aprendidos. Por ejemplo conociendo los conceptos de martillo, pala, pico, pinza, luego aprendemos que se engloban en el concepto de herramientas.
Cuando el material nuevo no está incluido en su significación en las proposiciones o conceptos previos, sino que es una extensión de ellos, una cualificación, una elaboración, o una modificación, se habla de inclusión correlativa. Por ejemplo, entender como un acto patriótico el izar la bandera.
Cuando la relación con otros conceptos o proposiciones de la estructura cognitiva no puede hacerse ni en forma supra ordinada ni subordinada, se recurre al aprendizaje combinatorio, relacionándose con varias de ellas o de su conjunto.

PROCESO COGNITIVO

La capacidad que permite desarrollar conocimientos recibe el nombre de cognición. Se trata de la habilidad para asimilar y procesar datos, valorando y sistematizando la información a la que se accede a partir de la experiencia, la percepción u otras vías.
Los procesos cognitivos, por lo tanto, son los procedimientos que lleva a cabo el ser humano para incorporar conocimientos. En dichos procesos intervienen facultades muy diversas, como la inteligencia, la atención, la memoria y el lenguaje. Esto hace que los procesos cognitivos puedan analizarse desde diferentes disciplinas y ciencias.
La percepción, por un lado, lo que nos permite es, a través de los sentidos, organizar los estímulos y favorecer la continuación del proceso cognitivo en cuestión. En este caso, la persona en cuestión no sólo está influida por las propiedades que definen a los estímulos en sí, sino también por su voluntad e incluso por sus propios intereses.
A continuación, tiene lugar la memoria, que es una facultad que se compone de dos partes diferenciadas: el almacenamiento de la información pertinente y luego la recuperación de la misma en el momento que sea necesario o que se desee.
El pensamiento también juega un papel fundamental dentro del proceso cognitivo. En su caso, lo que hace es procesar toda la información y luego establecer relaciones entre los datos que la componen. En este caso, lo hace a través de acciones tales como el análisis, el razonamiento, la asimilación, la síntesis y la resolución de problemas.
El lenguaje, por supuesto, también es básico dentro de la fase que estamos abordando. Y es que es la herramienta que usa el ser humano para poder acumular experiencias, preservarlas a lo largo del tiempo y finalmente transmitirlas a generaciones posteriores. Se encuentra en clara interrelación con los factores citados, así, por ejemplo, el pensamiento no puede existir si no hay lenguaje y viceversa.
De la misma manera, tampoco hay que pasar por alto que se hace necesario tener claro que hay que estar muy atentos al proceso cognitivo no sólo para poder hacerle frente a las distintas variantes y características del mismo sino también para resolver los problemas que pudieran suceder.
Existen amplios debates en torno a los procesos cognitivos. Estos pueden ser conscientes o inconscientes e incluso, de acuerdo a algunos expertos, hasta pueden ser desarrollados por animales o por entidades construidas por el hombre (como los dispositivos con inteligencia artificial).
Un proceso cognitivo puede iniciarse con la percepción (el acceso a información a través de los sentidos). La persona presta atención a aquello que percibe y, a través de distintos tipos de pensamientos y mecanismos de inteligencia, logra generar conocimientos que interioriza y almacena en la memoria. Dichos conocimientos, ya asimilados, pueden ser expresados y comunicados mediante el lenguaje.
Lo que implica un proceso cognitivo es que una cierta información sea codificada por el individuo y almacenada en su memoria. Cada vez que una situación lo amerite, el sujeto puede recuperar dicha información y utilizarla de acuerdo a sus necesidades.

Tomemos el caso de la persona que aprende a escribir. Una vez que desarrolla el proceso cognitivo necesario y se convierte en alguien apto para expresarse a través de la palabra escrita, podrá recurrir a dichos conocimientos cada vez que lo desee (para enviar una carta, completar un formulario, redactar un saludo de cumpleaños, etc.).



REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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