domingo, 13 de marzo de 2016

ALTERNATIVAS PSICOANALITCAS

Carl Gustav Jung: Discrepaba sobre el origen y destino sexual de la libido, en la interpretación de los sueños, el concepto de inconsciente y la manera de tratar las neurosis. En su teoría destacaron los conceptos de inconsciente colectivo y arquetipo. Su escisión tuvo un carácter traumático, tanto para el psicoanálisis como disciplina, como para las partes implicadas personalmente. La salida de Jung de la Asociación Psicoanalítica Internacional y del movimiento psicoanalítico, el cual estaba destinado a liderar tras Freud, tuvo connotaciones de 'cisma'.

Alfred Adler: Difería con respecto a la importancia que daba Freud al factor sexual. Adler hipotetizó un complejo de inferioridad que explicaría las neurosis y creó un método alternativo para tratarlas. Fue la primera disidencia importante en la historia del psicoanálisis (1908) al crear una teoría paralela que sustituía la libido por el instinto de poder.

Otto Rank: Manifestó diferencias con la función del Complejo de Edipo.

Karen Horney: Disentía de las ideas de Freud sobre la sexualidad femenina (criticó el que Freud considerase la envidia del pene como un fenómeno universal), el origen de las neurosis (a las que atribuía causas culturales), los mecanismos de defensa y la aplicación de los conceptos de Ello, Yo y Superyó en otras sociedades distintas de las que analizó Freud.

Anna Freud: Plantea una teoría alternativa acerca del desarrollo, las funciones y los mecanismos de defensa del yo. Se le considera, junto a Heinz Hartmann y otros, fundadora de la "psicología del yo".




PSICOLOGIA HUMANISTA


La psicología humanista es una de las ramas más modernas de la psicología que prioriza la salud integral, la calidad de vida y los atributos positivos inherentes al ser humano.
Es considerada como la tercera ola o la tercera fuerza de la psicología, contemplando las perspectivas cognitivo-conductual y psicoanalítica como las dos fuerzas predominantes anteriores a la humanista.
Se crea más o menos a mediados del siglo XX, a través de las propuestas y el trabajo de muchos representantes. Surge como una necesidad social de integrar en la disciplina psicológica las necesidades reivindicativas de la época que se manifestaban en los movimientos contraculturales propios de los años 60.
A pesar de que son muchas las influencias psicológicas y filosóficas que alimentan la psicología humanista, podríamos considerar como padres de ésta a Abraham Maslow y a Carl Rogers.

Abraham Maslow: Maslow comienza a resaltar la importancia de la experiencia vital propia de cada persona por encima de un método único aplicable a todos por igual. De esta forma, el concepto de subjetividad comienza a cobrar un significado propio y vinculante dentro de las perspectivas humanistas y de los ámbitos de tratamiento psicológico.
Fue también quien introduce el término autorrealización para designar a ese impulso vital propio del ser humano a conocer y satisfacer sus necesidades vitales, las cuales desarrolla en su teoría explicativa piramidal.
La pirámide de Maslow establece una jerarquía que contempla diferentes niveles de necesidad, partiendo de las más básicas (fisiológicas), situadas en la base de la pirámide, hasta llegar a la cumbre, donde se encuentran las llamadas necesidades de desarrollo o autorrealización.
En el momento que el proceso de crecimiento personal o de autorrealización se interrumpe o se descuida, nacen muchas de las reacciones, obsesiones o interpretaciones emocionales que categorizamos como “problemas”.

Carl Rogers: Desarrolla la terapia centrada en el cliente. Desde esta perspectiva se replantea el papel del terapeuta y se propicia una relación más directa con el cliente, de tal forma que se establece una relación mucho menos directiva y más cercana que propicia a éste último el encuentro consigo mismo.
Así mismo, se contempla al ser humano como un ser capaz de hallar en su interior los recursos necesarios para poder equilibrar su vida. El contexto donde se facilita esta búsqueda, la terapia, sirve como vía de acceso a la sabiduría interior de cada persona, que puede permanecer “dormida” en diferentes momentos de inestabilidad, desconexión o en situaciones de estrés.

Fritz Perls: Fundador de la terapia gestalt, ubicada dentro de la corriente humanista. Este autor introduce perspectivas muy interesantes y útiles en el campo del crecimiento personal.
Parte de su disciplina psicológica se sustenta en la importancia de las siguientes ideas:
El aquí y el ahora, el momento presente, como única forma de tomar contacto directo con nuestra realidad interna.
El darse cuenta (“awareness”). Perls se refiere a la toma de conciencia como el principal medio que conduce al cambio.
La aceptación es la base que fomenta la paz con uno mismo y con el mundo.
Enfatiza la importancia de sustituir el “por qué” (tendencia a dar vueltas a la mente y a buscar en el pasado) por el “para qué” (tendencia a buscar la finalidad). Sólo así conseguiremos dar un sentido profundo a nuestra experiencia.



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